Mi voz

Me duele mi garganta, y me duele mucho más si hablo. Cualquier sonido gutural, incluso la risa, provoca que  sienta que se me quema mi garganta como por 5 minutos.

Así que, hoy estoy muy silenciosa, valorando el don del habla, y que doy por sentado muchas veces.

Hoy  sé que parezco grosera al contestar con monosílabos, porque ni siquiera  quiero explicarles a cada persona que cruza palabra conmigo, me duele solo de pensar que debo decirles: "no puedo hablar".

Así que solo cuando suena el teléfono digo "si..." y espero a que me digan lo que requieren.

Lo que menos quiero es hablar de tonterías como chismes  por ejemplo, y cuando la secretaria viene a comentarme algo sin relevancia, solo le enseño los dientes y me río un poco con ella.

No hay mucho que decir, por lo que veo, todo se queda en pensamientos de los cuales, casi ninguno tiene relevancia.

Mi preciosa voz hoy está callada. Es hermoso poder hablar, y decir lo que se siente y se piensa, lo que se desea y se quiere hacer.

Tal vez cuando ya pueda decir algo más que "Mhhh" o "ajammm", tenga más inspiración

Transmitir conocimiento

Esa forma de ser mía tan exigente conmigo, a veces hasta soy cruel, me hace tener pausas cuando debo poner cuales son mis cualidades más importantes...pero hoy durante el inicio de la mañana decidí que hay una de la cual nunca debiera olvidarme y creo que es grandiosa.

soy lo peor, según yo, en esas crisis existenciales que a veces me agobian, sin embargo, ahora entiendo porqué admiro tanto a mi ex-jefe, el es una persona en esencia, respetable por todos los que lo rodeamos, aún sin que se le conozca gran cosa, infunde mucho respeto, tal vez es la sobriedad con que habla, o que casi no ríe.

Pero para los pocos afortunados que hemos conocido sus dientes, porque sí se ríe jaja, es una persona que inspira confianza pero sobre todo, que no es egoísta con su conocimiento.

Tiene la paciencia, la dedicación y vocación para enseñar a quien esté dispuesto a aprender.

Y hoy descubrí que soy así también.

No por eso quiere decir que me gustaría ser maestra, y mucho menos de alumnos de prepa o secundaria.

Me refiero a que hoy mientras dedicaba tiempo a mi practicante para planear el trabajo del día y desarrollábamos el programa de su proyecto, me dió gusto saber que eligió mi proyecto entre otros porque estaba más difícil pero más interesante.

Y luego cuando lo presenté con la supervisora del laboraotorio, esta  me preguntó que si no le iba a quitar mucho tiempo, que porque era enfadoso tener que explicarle a los demás y que mucho le bastaba con los  analistas de nuevo ingreso y que de nada servía porque no duraban  gran cosa.

No la juzgue, simplemente, ganas de enseñar a alguien nuestros conocimientos, lo tenemos o no.

Darle tiempo a alguien y transmitirle conocimiento, no es tarea fácil, a menos que te toque un alumno inteligente que no necesite manzanitas ni peras.

Pero sea como sea, me gusta explicar las cosas que entiendo, que he aprendido, que hago.

Desafortunadamente también está el otro lado de la moneda, no todos tenemos ganas de aprender, pero cuando se juntan dos personas, una que quiere enseñar y otra que quiere aprender, gana el mundo, y mejora la humanidad, aunque sea un poquito.

Así que hoy me siento muy bien conmigo por ser de los que quieren enseñar y hasta ahora, el status que he logrado también implica que me gusta aprender.

Quisiera

Quisiera saber como es la Cecilia que existe en los otros universos.

Quisiera saber si desde hace mucho murió

Quisiera saber como le fue con todas otras decisiones que pudo haber tomado

Quisiera saber si alguno de esos universos es mejor y si hay alguno peor

A veces creo que este es genial y otras que es un infierno

Así como sucede en las películas de ciencia ficción, quisiera poder regresar a esos puntos en la línea del tiempo, donde mis decisiones me llevaron a estar donde estoy, quisiera saber que hay en todas las segundas decisiones, aquellas en las que en vez de decir sí pude haber dicho no, o viceversa, y ver que seguía después.

Y quisiera saber si esos universos paralelos no existen, y simplemente al final tenía que estar exactamente como estoy ahora, en el mismo punto del universo.

Pues bien, aquí estoy, deseando cosas por el momento imposibles de realizar, y continuo tomando decisiones, a veces dejándome llevar por la pasión y otras por mi razón.

Sea como sea, aquí estoy aunque a veces no me guste mi "aquí", y otras veces me sienta la reina del universo.

Aquí estoy...

hay nada para mí

No hay un lugar en el mundo, no hay pensamiento profundo, no hay una necesidad que pueda ser cumplida, no hay nada para mí.
Mientras respiro, daría lo que fuera por solo necesitar eso, mientras tomo agua, desearía solo tener sed y no necesidad de otra cosa.
Camino y el lugar a donde me dirijo no me importa, y me odio por no adorar al sol que calienta mi día, al aire que me da vida, al agua que de verdad es indispensable para seguir viva.
Yo no te necesito para seguir, cuando nací, vine sola, nadie salió de mi madre después de que yo salí, y en mi tumba estaré sola también.
Aunque hay nada en el mundo para mí después de ti, por eso hoy todo es gris, aunque el sol siga como siempre, consumiéndose en el universo infinito, siendo realistas, ni tu ni yo importamos absolutamente nada, las cosas no se van a detener cuando dejemos de existir.
Así que aunque para mí, después de ti hay nada, todo lo que es sigue siendo y mi estúpido juicio vale un punto microscópico en el universo infinito.