miércoles, 26 de septiembre de 2012

Mi voz

Me duele mi garganta, y me duele mucho más si hablo. Cualquier sonido gutural, incluso la risa, provoca que  sienta que se me quema mi garganta como por 5 minutos.

Así que, hoy estoy muy silenciosa, valorando el don del habla, y que doy por sentado muchas veces.

Hoy  sé que parezco grosera al contestar con monosílabos, porque ni siquiera  quiero explicarles a cada persona que cruza palabra conmigo, me duele solo de pensar que debo decirles: "no puedo hablar".

Así que solo cuando suena el teléfono digo "si..." y espero a que me digan lo que requieren.

Lo que menos quiero es hablar de tonterías como chismes  por ejemplo, y cuando la secretaria viene a comentarme algo sin relevancia, solo le enseño los dientes y me río un poco con ella.

No hay mucho que decir, por lo que veo, todo se queda en pensamientos de los cuales, casi ninguno tiene relevancia.

Mi preciosa voz hoy está callada. Es hermoso poder hablar, y decir lo que se siente y se piensa, lo que se desea y se quiere hacer.

Tal vez cuando ya pueda decir algo más que "Mhhh" o "ajammm", tenga más inspiración
TODO VALE MADRES