viernes, 17 de abril de 2009

Mi almohada

Cuando me voy a dormir, aunque esté muy cansada, me tomo un tiempo para pensar en lo que viví durante mi día, y en unos cuantos segundos soy capaz de muchas cosas...

Soy capaz de ser cruel y condescendiente al mismo tiempo, me reprocho y me perdono, me alegro por mis triunfus y me lamento por mis errores, no siempre hay de las dos cosas, a veces hay mucho que lamentar, otras mucho que celebrar. En algunas ocasiones mientras cerraba los ojos, creí estar en el cielo, mientras un brazo cálido me cubría la cintura y me jalaba suavemente hacia un cuerpo mucho más grande que yo.

Pero casi siempre he ido a dormirme sola a mi cama. Muchas veces he adorado y me he revolcado en la totalidad de mi cama, cansada, adolorida de tanto esfuerzo físico, incluso he llegado a besar a mi almoahada, le he dicho en silencio "hola preciosa, no sabes como te gozaré esta noche, comencemos a soñar juntas".

En cierta ocasión sirvió para ahogar mis gritos de dolor, si, eran gritos ahogados, gracias a mi alohada mis gritos histéricos no despertaron a los vecinos, el dolor aminoró y se salió de mi pecho. Después de gritar, el dolor que el sentirse traicionado provoca en el pecho fué más soportable.

Mi almohada es tal vez el objeto que tiene más vibra Ceciliana. Seguramente una psíquica al tocarla podría pasar de la histeria a la armonía en menos de un segundo. Porque mi almohada ha tenido que soportar eso de una noche a otra, incluso de un minuto al otro.

Una vez estaba toda histérica, solamente esperando, y luego el sonido de la chapa de mi puerta logró polarizar mis sentimientos, y después todo fué estar en el cielo.

Hace algunos años, cuando mi vida no tenía mucho sentido, me ayudó a pasar noches enteras en vela, sin saber que hacer de mi inútil vida.

Ahora, mi almohada solo me sirve para pensar un poco antes de comenzar a soñar.

Ya no tiene que soportar a mi garganta emitiendo sonidos espantosos, tampoco he podido ir al cielo en un buen rato, pero ya iré un día de estos y seguramente será un cielo mejor jejeje.

Pero ya no queda tiempo para sentir tristeza o llorar, después de todo, si he llegado hasta aquí así, es porque así lo quise, conciente o inconcientemente, soy el fruto de mí misma.

Así que si pude o no pude hacerme mejor, que importa ya.

Lo importante es que hoy pude terminar un día más, y tal vez logre soñar una noche más, y tal vez también pueda amanecer de nuevo, y si continuo con mi excelente buena suerte, mañana estaré de nuevo con mi almohada.

Solo espero que no existan motivos para gritar, prefiero mil veces asegurar que no habrá motivos para gritar, a tener esperanzas de estar de nuevo en un falso cielo.

Prefiero mil veces dormir cansada, reprocharme, condenarme y perdonarme en el mismo instante, darme una oportunidad todos los días para intentarlo de nuevo.

A veces lo lograré, otras veces seré un fracaso.

Pero bueno, Después de todo, espero seguir con esta excelente buena suerte.

Ya me voy a dormir de nuevo....hoy no tengo que desvelarme, mañana sí pero hoy ya no... ¡Ohhh querida, te adoro!!
TODO VALE MADRES