viernes, 22 de agosto de 2008

Cuentos de princesas

Bueno, pues aquí estoy de nuevo, después de un tiempo de puro trabajo y desvelo. Hoy se me fué el sueño y aproveché para entrar a divagar un rato.

Platicando con un amiguito en el mesenger, salió a tema el cuento de la bella durmiente.

Es que, lleva dormida quien sabe cuanto tiempo, y llega el príncipe a darle un beso, le debe apestar la boca.

Y es que una cosa es que los cuentos sean fantasiosos, pero porqué los cuentos de princesas son tan cursis.

Mi sobrina Andrea de 10 años, de los 4 a los 8 años aproximadamente, fué aficionada a todo lo relacionado con princesas, en su fiesta de 5 años le hizo mi mamá un vestido del mismo diseño que el que usa Barbie en el lago de los cisnes. Y para una fiesta especial que hubo en mi familia, le hizo otro de los vestidos de la Barbie.

Las mujeres de niñas deseamos ser princesas, pero por nuestra propio bien, debemos crecer y dejar de pensar que las cosas que suceden en los cuentos de princesas son aplicables para una buena salud mental.

Por ejemplo, que mujer dejaría tirado una zapatilla de cristal. Para empezar, aunque sea incómodo traer esos zapatos, tal vez, Cenicienta inventó lo de que a las 12 debía estar en su casa, pero yo con unos zapatos tan incómodos también hubiera aguantado solo un rato y me hubiera ido a mi casa a descansar.

Pero dejarlo tirado, nunca. Mis zapatos son mis tesoros, no es que sean muy caros, pero me invierto mucho tiempo escogiéndolos como para perder uno así como así.

Además son muy machistas, y venden la idea de que nuestro último fin es el matrimonio, que cuando logremos encontrar un príncipe azul, nuestra vida estará resuelta ya que viviremos "felices para siempre".

Por eso me gusta el cuento de SHREK, es un cuento moderno, que comienza a desterrar todas esas ideas y busca promover en las niñas un sentido más práctico para enfrentar las cosas con algo de senitdo común, actitud y fuerza.

Cuando uno se casa, es simplemente otra etapa, y como todas las etapas de la vida, hay que sabernos conducir.

Vivir felices para siempre puede ser posible, pero eso solo lo obtendremos si somos capaces de conocernos a nosotros mismos, si podemos ser libres de pensamiento y de actuar. No hay fórmula para la felicidad, y aunque las cosas más hermosas de la vida, se miden en minutos o segundos, y no se pueden comprar, debemos comenzar a escribir cuentos para niñas modernas.

Que simplemente les promuevan el desarrollo de sus mentecitas para que sean capaces de desenvolverse de la mejor manera posible en este mundo , donde lo que hacen falta son familias con padres que sean verdaderos reyes, que deben formar posteriormente verdaderos príncipes y princesas.

Porque si bien es cierto, lo mejor de ser princesa o príncipe, es que tienes dinero y eres una persona de bien.

Y que mejor que tener un hijo que sea capaz de hacerse rico y aparte que sea una persona "buena onda".






Cecy

1 comentario:

ÑOR GOGOL dijo...

Por eso odio las quinceañeras… cómo puede una mujer, a esa edad, permitir que hagan con ella semejante ridículo.

Espero y no morderme la lengua cuando NiñaDragón cumpla los 15. No la voy a reprimir, pero es uno de mis más grandes deseos que no pida la famosa “fiestecita de 15”.

o que al menos, esta sea muy original, sin nada de los tremendos osos que se recetan hoy en día.

JAjajajaja. Me cago de risa con aquello de cómo debe apestarle la buchaca a la Bella Durmiente.

Como siempre, es un gustazo leerte.

Besos

TODO VALE MADRES